viernes, 16 de diciembre de 2011

Amanecer

Llevábamos más de 8 horas metidos en aquel autobús camino de algún lugar perdido en mitad de Turquía. Recién despertado con la espalda retorcida, y con un rojo amanecer de telón de fondo, me vinieron a los dedos de las manos estos versos.

Amanecer

Voy por ti amanecer.
Sé que nunca esperaste a nadie.

Voy por ti, déjame ver
con tu luz, que esta noche se aclare.

Ven a mí, amanecer.
Caes implacable en cada tiempo.


Ven a mí y muéstrame
un horizonte de utopías y momentos.

Quiero que traigas las risas y las manos.

Su piel suave entre sábanas de nube.

Quiero los pueblos como polvo en mis zapatos.
Quiero sus ojos compitiendo en mis azules.

Ojalá lleves tus rayos a las sombras
y que ilumines la gruta en que buscamos
la gente de mañana y resolvamos
los problemas con los besos que nos damos.


Miguel Blanco Otano.
Turquía, septiembre de 2005.