lunes, 16 de abril de 2012

Una inútil reflexión desesperada

Grito de rabia, holocausto de impotencia
se adueña de mi voz de mi garganta.
Toda dignidad que no se espanta
queda relegada a la inocencia.

Una inútil reflexión desesperada,
un amargo resolver con la guitarra.
Resarcirme con tus besos de sus garras.
Emprender para morir y después nada.

Ignífugo optimismo en cada plaza
que a cada corazón que sueña abraza
con su mundo imposible demostrado.

Ejército imparable de sonrisas,
muy despacio ganando va sin prisas,
un mañana que llega ilusionado.

Miguel Blanco Otano
París, abril de 2012.