viernes, 5 de octubre de 2012

Carta abierta a los estudiantes de doctorado españoles

Hola compañeros.

Me he dado cuenta hoy de que llevo 9 meses haciendo mi doctorado en Francia y quería contaros algunas cosas sobre lo diferente que es el doctorado en Francia y en España.

Se me ha ocurrido hoy porque acabamos de tener una reunión todos los estudiantes de doctorado con el director del laboratorio. En total seremos cerca de la veintena, más alguno que se ha escaqueado. Entre otras cosas nos ha contado que tenemos derecho a un ordenador, a hacer cursos que proponga la escuela de doctorado y demás. Nos ha hablado del sistema de padrinos que tienen aquí para asesorar y proteger a los doctorandos. Nos ha dicho que ni se nos ocurra pagar ningún vuelo para ningún viaje, que eso lo paga y adelanta el laboratorio. Y muchas más cosas.

El otro día me pilló el responsable de doctorado por banda y me empezó a interrogar (sí, interrogar) sobre el estado de mi tesis, y advertirme de que era común que me viera envuelto en otras tareas y que debía centrarme en mi tesis. Y que hablara con mi jefe para aclarar los siguientes pasos para terminarla en 3 años que tengo de contrato.

En definitiva, lo que yo saco en conclusión, y a eso me quería referir desde el principio, es que aquí se considera al estudiante de doctorado como un trabajador más, con todos sus derechos, y en igualdad de condiciones que el resto, y lo que es más importante, todos saben y asumen que el favor que le hace el director al estudiante al dirigir es el mismo que le hace el estudiante al director al trabajar para él. En España nos han vendido que es un favor y que tenemos que tragar con lo que sea. Y no es así.

Aquí nos dan 3 años para hacer la tesis, y como no acabes estás jodido. Y es responsabilidad del alumno y del director hacerlo en esos 3 años. Allí, se hacen los remolones para tenernos todo el tiempo que puedan, porque asumen al estudiante como mano de obra barata. O gratis. Y no es así.

Viendo cómo funcionan aquí las cosas me han entrado ganas de que allí también funcionen así. Y oyendo las noticias que me llegan de dinero que adeudan las universidades (que llega a ser de miles de euros) a estudiantes de doctorado que cobran 800€ al mes, me ha apetecido dar mi opinión, para que no os dejéis comer por esa pandilla de víboras que son todos los departamentos de todas las universidades españolas, con contadas, honrosas y conocidas excepciones.

Reclamad a vuestro director planes de trabajo para terminar a tiempo y con financiación. Que os paguen los viajes y los cursos que propongáis. Es la universidad pública, no la empresa de nadie.

Sé de sobra lo que vais a decir porque sé que todas las universidades se caen a cachos, pero que no la paguen con vosotros/nosotros. Mucho ánimo con las vacas flacas. Recordad que sois la esencia de la Universidad.

Abrazos para todos.
Miguel Blanco Otano
París, octubre de 2012