domingo, 22 de marzo de 2015

Judo, más que un deporte

Quiero pensar que soy una persona con conciencia social. Que soy alguien que no entra (demasiado) al trapo de la rueda capitalista que nos aplasta y nos mata. Sin embargo, durante mucho tiempo he sido hincha del Real Madrid. Me escamaba la piel pensar que como hincha apoyo un equipo que maneja millones con total frialdad, que está tan alejado del concepto de participación, de cooperación, de sentirte parte participante de algo. Llevo ya un tiempo desenganchándome de ese forofismo. Del fútbol no: el fútbol como deporte me fascina y seguiré practicándolo mientras mis rodillas me lo permitan.

Pero ayer fui a ver competir al equipo de judo del Judo Club Javier Linde. Javier Linde fue (es) mi maestro durante los numerosos años que practiqué judo, en el gimnasio Omikami de Badajoz. Ayer pude sentir por primera vez en mucho tiempo lo que es animar a un equipo que sientes como tuyo, en el que compite gente que son tus amigos, con los que has peleado y entrenado, reñido y reído. En el pabellón donde se disputaba la II jornada de la liga nacional de clubes, había un 99% de deportistas. Cuando uno va al Bernabéu hay 70 mil personas de las que la mayoría no han hecho deporte en su vida, ni lo van a hacer. Es un espectáculo de masas, bastante alejado del deporte.

Cada uno que vaya al Bernabéu, al Vivero, a los campeonatos de Judo o de petanca. Nada más lejos de mi intención criticar las aficiones de nadie. Simplemente quiero recalcar lo emocionante que es apoyar a un equipo del que te sientes parte, aunque hayan pasado casi 20 años desde que saliera de aquel tatami.

Miguel Blanco Otano
Madrid, 22 de marzo de 2015