Cuando lo ves escrito sabes que es sólo para ti.
Es un mensaje en una botella en un mar inmenso. Todo el mundo lo lee pero nadie lo entiende. O sí lo entienden, pero nadie como tú lo entiende. Porque sabes que lo ha escrito para ti. Que hay en cada palabra un dardo que apunta directo a esos momentos fabulosos que compartisteis juntos. Momentos que no se olvidan porque fueron increíbles, y que quedan en la memoria como anclas. No, como anclas no. Como olas. Olas sobre las que navega esa botella en el mar que va directa hacia tu playa.
Porque lo ha escrito sólo para ti, para que todos lo lean, pero para que sólo tú te acuerdes de aquello, y te acuerdes de ella.
Miguel Blanco Otano
París, diciembre de 2013