viernes, 20 de noviembre de 2009

¿Cuánto puede el dinero?

Hace ya tiempo que aprendimos que el dinero no puede comprarlo todo. Puede comprar sexo pero no amor. Pero no me refiero a eso hoy. Me refiero a que en un mundo en el que pretendemos guiarnos por ciertos códigos éticos (que cada uno se guisa y cada uno se come) hay cosas que no permitimos al dinero comprar (al menos de manera legal). Este es el caso de los órganos. Se ha establecido un orden de prioridad pública para poder recibir un órgano, objeto que, debido a su gran importancia, no puede ser comprado, sino repartido de la manera más justa y equitativa que un comité de expertos pueda encontrar. Esto es así porque la salud es importante.

Bien. Hemos conseguido sacar las sucias e injustas manos del dinero del tráfico de órganos, a falta de que se acabe con el tráfico ilegal de los mismos, pero mi pregunta va más allá:

¿No es acaso la alimentación o la educación algo igual de importante? Yo pienso que sí.

Deberíamos intentar sacar las sucias e injustas manos del dinero de ahí también, que el hecho de tener más dinero no te ponga en disposición de acceder a mejor alimentación o mejor educación que aquel que no lo tiene. Un estado de derecho debería garantizar la mejor alimentación y educación, así como la sanidad, a todos sus ciudadanos, y si en algún momento existen opciones de mejorar la calidad de estos servicios, venga de donde venga la mejora, ésta habrá de afectar a todos los ciudadanos por igual.

Lo hemos conseguido con los trasplantes de órganos, ¿por qué no ir más allá?

Miguel Blanco Otano

sábado, 8 de agosto de 2009

Vuelta a las américas

Pues sí. Vuelta a las américas. Parece que el 2009 va de eso.

Vuelo mañana mismo a New York, dónde me pasaré por una barbacoa en casa de un chico en Brooklyn para en unas horas embarcarme de nuevo dirección Costa Rica, donde se me espera, y donde espero encontrar.

Va a ser un mes repartido entre Costa Rica (3 semanas) y New York (1 semana a la vuelta) y del que espero sacar aventuras que contar, aprendizaje y algunas fotitos. Todo eso aderezado con una buena compañía y pasándolo lo mejor que pueda.

Comienzo a desempolvar de nuevo la libreta.
Saludos,
Miguel

lunes, 20 de julio de 2009

La informática en el 2030

La informática, en mi visión particular, constará básicamente de 3 cosas:

Mi terminal personal de bolsillo, mediante el cual me conecto tanto a recursos que tengo en la web (tanto de almacenamiento de información como de computación). Esto podrá ser algo así como un iPhone, pero evolucionado, de forma que podrá proyectar imágenes en una pared con microproyectores que vendrán incorporados junto a la cámara de video, además de muchas otras mejoras.

Mi ordenador (de sobremesa o portátil), en el que podré tener todo lo que quiera, pero que ya se usará mayormente para conectar mis terminales personales de bolsillo, los cuales traen toda la configuración personal: cuentas en gmail, itunes, tv de pago y megaupload, entre otras, y por supuesto la subscripción a un servidor grid que es quien me va a aportar en todo momento mi capacidad de computación y de almacenamiento: mi ordenador real, donde siempre voy a trabajar y donde voy a tener realmente instalados todos los programas.

Mi subscripción a mis servicios de computación: Esto será algo así como una cuenta gmail pero que me permitirá tener almacenado todo lo que quiera (o contrate) e instalar en CPUs remotas los programas que quiera (editores de texto, conversores de video, mezcladores de audio, ...). Básicamente será nuestro ordenador personal, al que podremos acceder desde cualquier sitio, ya sea otro ordenador, un terminal personal o un cibercafé en mitad de la India.

Aclaraciones:

Por supuesto que además de las suscripciones a servicios de computación (habrá de pago y gratuitas) también habrá quien se monte sus servicios propios en sus casas mediante ordenadores personales.

Los terminales personales de bolsillo y los ordenadores normales tendrán funciones parecidas, pero variará el uso, ya que el ordenador estará en casa, con un gran y cómodo teclado, con una pantalla bien grande que hará las veces de televisor en algunas ocasiones, y que proporcionará las comodidades de las que un terminal de bolsillo ha de prescindir.

Para entrar a estas cuentas de computación, podremos loguearnos en alguna web que nos gestiona todas nuestras suscripciones o simplemente aceptar cuando nuestro ordenador reconozca a nuestro terminal personal de bolsillo, mediante bluetoth, wifi, o alguna otra tecnología más segura que las anteriores.

Miguel Blanco Otano

PD: Por supuesto que, como en todo en esta vida, habrá quien ya funcione así desde hace tiempo. Siempre hay quien abre camino.

martes, 19 de mayo de 2009

Observatorio Pierre Auger. Segunda parte

Desde la sala de control del Observatorio Pierre Auger, en Malargüe, en la que tantas interminables noches hemos pasado días atrás, se controla un observatorio que abarca una superficie de un total de 3000 kilómetros cuadrados. Esto es porque las partículas que nos interesan caen únicamente 1 por cada kilómetro cuadrado, ¡y por siglo! Con un cálculo rápido vemos que si hacemos un detector de 3000 km2, caerán 3000 en el siglo, y por tanto 30 cada año. Ya ven, todo este tinglado para nada más que 30 datos al año. Un poco caros.

Pero para que ese dato no se escape se han montado una trampas en las que las partículas dejarán su rastro al pasar, ya que es imposible almacenarlas, únicamente puede verse su rastro.


Este tanque está lleno de un agua pura, con una camarita muy sensible dentro, que detecta una tenue luz (llamada luz Cherenkov) que se producirá cuando las partículas lo atraviesen (la luz se produce cuando las partículas atraviesan el agua más rápido que la luz en ese agua). Hay 1600 de estos tanques repartidos por toda la superficie del detector.

Otro rastro que dejan en la atmósfera es una débil luz que es invisible a nuestros ojos pero visible a estos 24 telescopios de fluorescencia, montados de 6 en 6 en 4 grandes edificios:

Los grandes espejos concentran la luz para poder verla, de la misma forma que lo hacen las parabólicas del Canal Satélite Digital que pueblan las ciudades.

Por supuesto, para todo esto hay que tener un conocimiento preciso de la atmósfera, y para eso han instalado cuatro estaciones LIDAR de monitoreo de la atmósfera como estas detrás de cada edificio:

Y toda esta carísima maquinaria, sus datos y las respuestas a muchos misterios del universo en mis manos. Un poco sí, un poco asusta.

jueves, 7 de mayo de 2009

Hacer la del malargüino

Malargüino: Perteneciente o relativo a la ciudad de Malargüe, Mendoza, Argentina.

Hacer la del malargüino: 1. Pasearte a 4 km/h en tu coche por la calle principal de Malargüe dando vueltas y vueltas con el único propósito de ver qué ambiente hay en la calle. 2. Pasear en coche.


Hace muchos años Malargüe era una localidad fundamentalmente petrolera y hombres de muchos lugares llegaban aquí con mucha plata que gastar. Malargüe a día de hoy tiene el Observatorio de astropartículas más importante del mundo, un más que decente planetario y una muy buena industria de turismo montada alrededor de unos parajes naturales impresionantes. Pero nada de eso había entonces. Toda la plata que los hombres del petróleo tenían para gastar la gastaban en beber e invitar a las mujeres. Cuando no directamente en los prostíbulos.

Según parece, la competencia estaba bastante complicada para los chicos de la ciudad, que únicamente podían mirar como estos "oilmen" se divertían bebiendo bebidas caras y observar las grandes y relucientes camionetas en la puerta del boliche (o discoteca).

Ante esa situación, tenían que tomar ventaja, y ahí fue cuando empezó a ponerse de moda el pasear con el coche por la calle antes de entrar en ningún sitio, únicamente para tantear las posibilidades de éxito. Al final, "hacer la del malargüino", es una costumbre que se ha extendido bien fácil en un pueblo donde todos se conocen y todos quieren tenerse controlados los unos a los otros.