Observatorio Pierre Auger. Primera parte

El Observatorio Pierre Auger está situado en Malargüe, en la vitivinícola región de Mendoza, a los pies de los Andes, los cerros más altos de América. Es un lugar tranquilo y apacible.



Tan apacible, que lo único que se puede hacer, casi, es trabajar. Y a eso hemos venido, a meternos en nuestros shifts nocturnos de 14 horas.



Parece que estamos trabajando pero es sólo para la foto, el resto es mirar internet y estudiar y aprender lo que se pueda. Las noches son muy largas y nuestro trabajo depende de cuando sale y se esconde la luna.

Saludos desde la sala de control del Observatorio Pierre Auger, Malargüe.
Miguel Blanco Otano

Excursión frustrada al Aconcagua

Con esto de la crisis está muy feo que no te paguen a fin de mes. Y eso que es lo que sucede en la empresa Uspallata, que es la que opera en la ruta 7, la que une Argentina con Chile a través de Los Andes, a los pies del Aconcagua.

Puedes tomar un autobús y llegar hasta el Puente del Inca y visitar todas esas maravillas, e incluso hacer una ruta hasta un lugar desde el que se ve el Aconcagua, el monte más alto de América.

Me planté a las 6 de la mañana en la estación con esa intención y toda la ilusión del mundo. Pero mi ilusión de subir a esos cerros chocó de frente con la ilusión de un conductor de autobús en huelga de cobrar a fin de mes.

Palermo vuelve

A la vuelta de la comisaría del barrio de Palermo (Buenos Aires) hay un prostíbulo donde van muchos famosos de Buenos Aires. La noche del lunes 13 de abril entraron a robar. Su dueño pensó que la policía no actuó y que dejó que el robo sucediera aun conociéndolo. Eso llevó a que el dueño del prostíbulo comenzara a denunciar, en venganza, a todas las actividades que sucedían en Palermo al día siguiente.

Dos jóvenes españoles entre los que me cuento llegaron el martes 14 de abril a la Plaza Serrano, en el corazón del viejo Palermo, para un plan muy distinto del que sucedió. Todo un quilombo de altavoces estaba preparado para una sesión de clases de tango, la cual, debido a la denuncia de un dueño de un vecino al parecer desconocido (según la policía) no pudo celebrarse. Allí, en Buenos Aires, bajo el gobierno del derechista Macri, ninguna actividad en la calle tiene permiso público, así que a recoger el tinglado y para casa. Pero en esos momentos una guitarra que andaba de por medio, unas canciones de Camarón y sobre todo muy buena onda, hacen que los dos gallegos (españolitos) que habían llegado a no se sabe qué y que pensaban poder disfrutar de una clase de tango improvisada acabaran en la asamblea del grupo vecinal de recuperación de los espacios públicos "Palermo vuelve". El resto hay que vivirlo.

Una noche realmente a recordar. Una buena historia para celebrar el día de la República.

San Telmo

San Telmo. El rastro en su versión Argentina.

Músicos a la vuelta de la esquina, artesanías de cuero, empanadas, zumos en el acto, y gente.


Pero sobre todo: Tango. Mucho tango.

El asado argentino

- Me pone un kilo de asado banderita, otro de vacío y dos choricitos.

Eso es lo que hay que pedir para ir a un asado aquí en Argentina. Luego lo rigas todo por ejemplo con un Latitud 33 o cualquier otro Malbec de la zona de Mendoza y listo.

Aquí esto del asado (lo que nosotros llamamos barbacoa, parrillada, perol o churrasco) es toda una religíon. El carbón se pone lento, se seleccionan las brasas que tendrán la gloria de calentar la carne, se mima cada trozo, y al final, como no, se come y se bebe hasta las mil de la madrugada, se piden cervezas y lo que caiga al delivery (aquí a cualquier hora te traen lo que sea a casa, desde una aspirina a las cajas de cerveza).


El primer día que llego a Mendoza y tengo la suerte de ser invitado a un asado con más de 30 personas. Así que me informé de la combinación necesaria para no quedar mal y allí que fui.

La carne la llaman de formas bien distintas e incluso la cortan distinta de nuestro lado del charco. Pero sabe rica. Yo les cuento pero sólo queda probarlo.

Saludos,
Miguel Blanco Otano

Entre viento fuerte y aire bueno

Sin tiempo para decir ¡Casa! el juego continúa y en menos de 24 ya estaba de vuelta en el avión. La semana de Fuerteventura pasó como vino, volando en viento con fuerte olor a sal, mojo picón y toneladas de pescado. Mucha playa, mucho sol (no ha sido la primera vez en mi vida que me torno cangrejo, ni será la última, me temo) y millones de fotos. Han sido unas vacaciones "especiales" por aquello de que era la primera vez que íbamos con el pack de "vuelo+hotel" y bueno... la experiencia da para un post futuro sobre turismo sostenible que promete ser interesante.



En cualquier caso lo hemos pasado muy bien, hemos comido mejor y hemos disfrutado de los vientos y las playas.
Vuelta al avión -> Llega a Madrid -> Llega a casa con invitados -> Deshaz la maleta -> Pon la lavadora con lo que te quepa -> Duerme como puedas -> Haz la maleta -> Métete de nuevo el avión -> Apáñate como veas las 13 horas de vuelo -> Y llegamos a Buenos Aires!!
Todo en menos de 48 horas.

Y aquí, pues promete, ya visto la Casa Rosada, y esta noche me espera un asada en casa de compañero de Couch Surfing.

La experiencia creo que puede ser prometedora.

Saludos,
Miguel

Cogiendo aire

El viento empieza a agitarse, en un par de días izaremos velas y partiremos rumbo a tierras desconocidas...

Este blog se estrena y esperemos que se mantenga. No sólo mis viajes y mis peripecias por el mundo adelante, sino también mis viajes mentales sin salir de casa. Es una continuación del blog del diario hoy de "Extremeños por el mundo":

http://blogs.hoy.es/miguelblanco/posts

Pero aquí con la continuidad que da tener tu espacio propio, sin alquileres digitales.

Mi partida más inmediata es a Fuerteventura, aunque será sólo una semana de calentamiento para ir (24 horas después de aterrizar) a Argentina en un viaje que promete ser espectacular. Ahora armado con mi cámara de fotos, intentaré traeros algunos retazos de lo que se quede impregnado en mi retina.

Saludos,
Miguel Blanco Otano