lunes, 16 de diciembre de 2013

Lo has escrito sólo para ella

Lo has escrito sólo para ella.

No tienes claro que lo vaya a leer, de hecho es lo más probable, porque ella no lee tus cosas. Ella puede que no sepa que sigues escribiendo. Y que sigues escribiendo sólo para ella. Pero sigues escribiendo. Escribes con la certeza de que tus palabras, tu carta, tu canción, tu poema, tu botella en el mar, no tiene sentido en las manos de otra persona. Aun así la lanzas al mar para que todo el mundo lo lea. Te aseguras de que todo el mundo lo lea, pero lo has escrito sólo para ella. Porque en cada palabra hay una flecha que apunta directa a un sentimiento que sabes compartido. Una flecha que sabes que tiene que acertar donde duele: en el recuerdo. Recuerdos imborrables. Porque nadie puede olvidarse de la felicidad pura.

No sabes si ella lo va a leer, pero si esa botella llega algún día a su playa, sabrá que es para ella, porque lo has escrito sólo para ella.

Miguel Blanco Otano
París, diciembre de 2013