Como un bálsamo, recién extraído de los árboles más viejos.
A veces bastan palabras lejanas para resaltar sensaciones que están grabadas en la memoria y hacerlas florecer de nuevo, surgiendo de lo más olvidado y profundo de un alma ajada, como manantiales de agua cristalina.
Como un bálsamo, pero un bálsamo de ida y vuelta.