miércoles, 5 de octubre de 2011

La huelgas de la Jet Set

Pilotos, controladores aéreos, jugadores de la NBA, futbolistas, ... Ya no sé cuántos colectivos, de los que tienen un futuro bastante resuelto, están o han tenido problemas con sus patrones. No son obreros, no. No son clase baja, ni media. Son estrellas de la tele algunos o simples ricachones del barrio Salamanca otros. Pero en todos los casos se trata de alguien más rico que ellos que trata de robarles el pan de sus hijos, o el Ferrari que conducen.

No es lo mismo que te roben el pan o que te roben el Ferrari. O sí. Se trata de que en este mundo occidental todo se resume en la frase que mi amigo David me dijo hace muchos años, cuando aún éramos chiquillos: “Lo hace porque puede. Punto”. Y es cierto, hemos llegado al punto de que nuestra ambición no tiene límites, y si los directivos de un club de fútbol pueden subirse el sueldo a costa de que los futbolistas cobren unos millones menos lo van a hacer. Igual que el constructor paga lo mínimo posible al albañil, y que los bancos te sacan hasta el último céntimo en intereses. Ahí sí que estamos todos en el mismo bando.

Un pobre diablo sin trabajo y 3 niños no puede protestarle a nadie, pero los controladores aéreos sí, los jugadores de la NBA sí. No nos quejemos de lo que ellos hacen. Apoyemos el hecho de que nadie pueda aprovecharse de nadie, y exportemos esa causa a nuestros problemas más cercanos. Si ponemos trabas al que está debajo de la bota (ya sea perdiendo pan o perdiendo Ferraris) estaremos aún más perdidos.


Miguel Blanco Otano.
Madrid, octubre de 2011.