domingo, 20 de mayo de 2012

Los dueños de España

El Estado, mediante sus señores, reyes, curas, y demás instituciones feudales, ha tenido durante siglos el poder en nuestras sociedades. Esto era así porque a esas esferas de poder del estado sólo podían acceder unos pocos, los que se autoconsideraban "Los dueños de España" (por situarnos en algún país concreto), estirpe autoelegida para guiar los destinos de un mundo que los necesita. El estado nos forzaba a ser parte de él, ahogando incluso iniciativas privadas en aras de estar todo controlado por ese poder supremo.

Durante los siglos XVIII (en Francia) y XIX y XX en Europa y España más y más gente ha ido reclamando el acceso a ese estado en el que se toman las decisiones, hemos ido queriendo entrar, formar parte de él, para así poder tener acceso a la toma de decisiones. Y claro, la batalla costó sangre, sudor y lágrimas. La lucha fue intensa pero con los últimos avances democráticos parecía que lo estábamos consiguiendo. Y estamos realmente cerca. Casi lo tenemos.

Pero.

Pero no esperábamos una jugada maestra por parte de esta estirpe de señores y señoras autoelegidos ancestralmente como "Los dueños de España". Ellos controlaban el poder mediante el Estado, y el Estado tenía sentido como excusa (y muy buena, por cierto) para monopolizar el poder. Sucede que si ellos no pueden controlarlo, no tiene sentido que el poder resida en él, así que han comenzado a desplazar el poder de las dependencias del Estado, hacía otros lugares, surgiendo así esa desmesurada afición por la libertad individual (de ellos sólo) que les lleva a privatizar todo, haciendo del estado su propiedad privada. Y encima, como puntilla satírica y humorística, se autodenominan "liberales".

Miguel Blanco Otano.
Roma, mayo de 2012.