Llega el tiempo de gritar
y abalanzarse a la calle,
de volver hacia el valle.
O de mirar y callar.
Llegan días de vengar
tanta afrenta sufrida,
tanta sangre escupida.
O de mirar y callar.
Llega la hora de sufrir,
de maldecir las mentiras,
de esgrimir nuestra ira.
O de mirar y morir.
Llega el tiempo de salir
de esta piel de cordero.
De ahuyentar nuestro miedo
levantando los puños.
De salir de lo oscuro.
De cegarse a vivir.
Miguel Blanco Otano
París, noviembre de 2012