"El camino de la educación es irreversible."
Podría parecer que cada vez el asunto de vivir está más jodido. Y puede que así sea. Los que manejan los resortes y se adueñan de todo están cada día más crecidos y con más recursos. Y los que sufrimos sus desmanes somos cada vez más pobres y más desamparados. Nos quitan la sanidad, la educación, la libertad de expresión. Nos hacen pagar más para que ellos se lo lleven crudo. Indultan a los que roban millones y desahucian a los que no pueden pagar migajas. Se amparan en una crisis provocada por sus abusos para seguir abusando cada día más. Nos mean encima y dicen que llueve.
Pero uno ha leído cosas y sabe que hace muchos años las cosas pintaban aun peor. No sólo no había ciertos derechos que ahora peligran, sino que ni siquiera se pensaba que pudiera haberlos. Nadie sabía leer y las violaciones a los derechos humanos se producían ante un silencio terrible que las hacía invisibles o indiferentes. Antes ni siquiera había derechos humanos. Antes la gente se moría y punto.
Ahora han cambiado muchas cosas, pero entre todas ellas hay una que es un arma invencible: la educación. En algún momento de la historia a alguno de nuestros héroes se le ocurrió la magnífica estrategia de encaminar nuestra sociedad hacia una educación universal y gratuita, y en ese momento empezamos a ganar. Todo aquello que hemos avanzado con la educación nadie nos lo puede quitar: el camino de la educación es irreversible.
No es que ahora tengamos más posibilidades de victoria, es que ahora estamos más convencidos que nunca de que no queremos aceptar la derrota.
Miguel Blanco Otano
París, noviembre de 2012